miércoles, 21 de mayo de 2014

YA TENGO 17 by IRU

No sé si me hacía más ilusión que llegase el día de mi cumpleaños por el tatuaje que me iban a regalar o porque ya solo me iba a quedar un año para ser, por fin, mayor de edad.



Este fin de semana yo iba a salir el viernes y el sábado. El viernes iba a ir a la confirmación de unos amigos míos y el sábado iba a salir con mis amigas para celebrar por todo lo alto los 17. Pero, cómo no, al final resulta que mis amigas me avisaron que no podrían salir el sábado por ahí porque dentro de unos días empiezan los exámenes y como la semana que viene queremos salir hasta tarde para ir a una "gala" en una discoteca, pues al final me quedé sin fiesta. 

En cambio el viernes, al salir de la confirmación me propusieron ir a cenar con algunos compañeros y compañeras de clase. A mí me daba cosa que mis padres no me dejaran porque no les había avisado con tiempo y a ellos les gusta todo ordenadito, muy ordenadito, como si no pudieran salir nunca cambios de última hora. Les mandé un whatsapp y, para mi sorpresa me dijeron que sí. Aún es más, en medio de la cena volví a escribirles para preguntarles si me podía quedar con mis compañeros hasta las dos de la mañana y me dijeron también que sí a la primera, que ya me empezaba a dar como cosilla porque no sabía por qué de repente les había dado aquel ataque de generosidad a ellos que, de normal, me dejan hasta las 10 y 30 de la noche. Me lo pasé muy bien, la verdad y cuando llegué a casa aún me estuvieron diciendo que me estaba haciendo mayor, que parezco en el fondo una persona responsable (aunque sea contestona) y que van a ser más flexibles conmigo. Así que yo me lo tomo como el lema del año. FLEXIBILIDAD (a ver cuánto les duran las buenas intenciones...).

Y el domingo me despertó mi hermano saltando como loco en mi cama y gritándome: ¡¡¡¡Felicidadeeeeeess!!!!!. Me levanté, fuí a la cocina y me encontré con cuatro paquetes de regalo, una manzana con bochetas de chuches y un super desayuno de bacon, tortilla, pan con tomate, bollitos de leche, zumo de naranja, chocolate y café. Es una gozada desayunar tranquilamente, sobre todo porque entre semana siempre voy a la carrera y no me da nunca tiempo de sentarme y desayunar en condiciones.



Mi primer regalo era un vestido precioso, color cereza (el primer día que me lo ponga ya colgaré una foto, aquí o en el FB). El 2º un collar a juego. El 3º unos pendientes... Eran regalos preciosos, pero no lo que yo me esperaba. Además, el último regalo tenía forma de sobre, así que me imaginaba que sería dinero.... Pero no!!!! Era una tarjeta porque mis padres, fuera de lo previsto, me habían regalado el permiso para poder hacerme el tatuaje que tanta ilusión me hace hacerme en el brazo desde hace varios años. Una flor de loto en blanco y negro con forma de mandala. Ya os enseñaré el diseño. 

Estaba feliz y, además, como hacía buen día pudimos ir al pueblo y montar el cenador para comer toda la familia. 



Comimos aperitivo, fresas con champán (a mi pare le gusta tomar champán de aperitivo en las fiestas) ensaladas, espárragos y una paella de pescado y marisco que le salió genial a mi padre, que es el cocinillas de la familia.


También tomamos el sol, hablamos y jugamos con los enanos. A la tarde estuve animando a Osasuna y mi tío riéndose de mí. Al final, aunque ganamos, bajamos a segunda. ¡¡¡Que bajonazo me dió!!! Ya dice la canción esa que canta mi madre que "no siempre gana el que más ganas tiene, no sé si me entiendes", o algo así. Hablando de mi madre, me hizo un collage precioso en el FB para felicitarme. Aquí os lo dejo. 



Empieza un año estupendo (en cuanto acabe con los exámenes, por lo menos, pero ya no falta nada).

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